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Actualidad Inmobiliaria

25 de Mayo de 2010

¿Boom o “bun” inmobiliario? EDIFICIOS EN LAS NUBES

Anterior 1 de 2 Siguiente Anterior 2 de 2 Siguiente 23.05.2010 | En Mar del Plata hay más de doscientos edificios en construcción, y una cantidad similar aprobada y lista para empezar a ser ejecutada. Pese a esa alta oferta, el valor del metro cuadrado está igual que en Palermo o Caballito. Algunos hablan de “burbuja inmobiliaria”, otros de “neblina inmobiliaria”. ¿Qué hay detrás de esta historia?

Hay incertidumbre y confusión en el mercado inmobiliario local. Se ve mucha actividad, y eso es bueno. Se notan nuevas unidades habitacionales, pero los precios se encarecen en lugar de reducirse, en contra de cualquier “ley de la economía”. Se aprecian coquetos edificios; algunos, vacíos hasta en un 90%. No se sabe, ciertamente, si la situación va a estallar como un efecto de valor o como un petardo en Navidad. Pero sí se sabe que tarde o temprano el sector inmobiliario local tendrá un impacto fuerte sobre la comunidad.

Datos importantes

En la actualidad, hay doscientos edificios en construcción y otro tanto con planos aprobados o en vías de lograrlo en el corto plazo. Los precios están por las nubes. Salimos a recorrer y supimos que un departamento en zona no costera a estrenar cuesta u$s 2.000 el metro cuadrado (IVA incluido), mientras que en la costa los precios van de los u$s 2.700 hasta los u$s 4.000. Allí se pueden comercializar unidades tipo piso o semipiso, desde 105 hasta 270 metros cuadrados. Por lo tanto, algunos departamentos orillan el millón de dólares.
Para este trabajo fueron consultados varios referentes del sector inmobiliario, del área de la construcción y de las cámaras empresariales de la ciudad. Algunos prefirieron mantener su identidad en reserva, otros autorizaron amablemente la mención. Hubo quienes afirmaron categóricamente nuestros datos; otros intentaron manipularlos, con el afán de negar o desalentar que se difundan, como si lo real no estuviera a la vista de todos.
Lo primero que se puede agregar es que los precios mencionados están, en apariencia, fuera de escala. En esto coinciden todos, pero los valores están ahí, basta con que el asesor inmobiliario empiece a afinar el lápiz para conocerlos. De hecho, pasó que algunos operadores inmobiliarios, generalmente los que tienen mayor experiencia y trayectoria, manifestaron con inquietud en charlas privadas que “la situación del mercado inmobiliario marplatense podría derivar en un serio problema, con consecuencias económicas y sociales graves”.

Primera persona

Desde CAMECO, el vicepresidente Héctor Domínguez reconoció que la entidad ha recogido la preocupación de varios de sus asociados. También ha realizado una consulta entre diferentes martilleros locales, advirtiendo que la mayoría coincide en que “los precios de las propiedades no guardan lógica”. De hecho, Domínguez explicó que “un departamento en Palermo o Caballito, en la Capital Federal, tiene valores del 15% al 20% menores a los de las zonas no costeras marplatenses”.
El precio de construcción para un departamento de gama media puede rondar los u$s 700 y llegar a los u$s 1.000 con el terreno incorporado. Luego se vende por encima de los u$s 1.500, y en ocasiones llega a los u$s 2.000 cuando tiene vista al frente. El martillero Alejandro Acámpora coincidió en que “el precio del metro cuadrado de construcción es correcto, al igual que con la suma del componente ’terreno’”. El secretario de la UCIP, Blas Taladrid, también coincidió en que “el precio de construcción es correcto”, aunque reflexionó que “el valor de venta resulta elevado”. No obstante, alcanza con preguntar a diferentes inmobiliarias para notar que los precios están en esos rangos.
Para Domínguez, la consecuencia es lógica: “suben los precios del metro cuadrado de los departamentos a estrenar, eso impulsa el valor de locales comerciales y oficinas y termina arrastrando el resto de los precios”. Frente a esto, algunos admiten que se produce una situación particular: la demanda es limitada, circunscribiéndose a inversores, por lo que se está volviendo virtualmente imposible que la gente del común acceda a una propiedad. Asimismo, los valores elevados afectan el precio de los alquileres. Así se abre un nuevo escenario, donde abundan las rescisiones de contratos de alquiler, tanto de viviendas como comerciales, por imposibilidad de pago de los inquilinos.

A la espera

Claramente se advierte que hay edificios terminados desde hace uno o dos años que todavía no han logrado venderse por completo; esto implica una evidente falta de demanda y un incipiente proceso especulativo. Si a eso se le agrega que en algún momento se terminarán de construir los 200 edificios en ejecución, cuando eso ocurra puede que se genere una brusca caída de valores ante la sobreoferta, o una drástica paralización de las obras en curso y desactivación de proyectos aún no iniciados. Esto último puede causar graves consecuencias sociales para la ciudad, por la fuerte disminución en la mano de obra ocupada en el sector, tanto de constructoras como de proveedores de insumos; sumando, entonces, los problemas que deriven de tal situación.

u$s 4.000 el m2

Para Acámpora, en “Argentina no existe una burbuja inmobiliaria”. Algo parecido piensa su colega Diego del Valle, aunque rescata que existe una “neblina inmobiliaria” y que “luego que se disipe el panorama, quienes hayan apostado en este contexto saldrán gananciosos”. Ambos afirman que “todo se hace a pulmón con capitales propios, palpables, no hay apoyatura crediticia alguna, oficial o privada. Tanto el que construye como el que compra lo hace con dineros propios, ahorros”.
Pero el solo hecho de mencionar “u$s 4.000 el metro cuadrado” abre la polémica y aparecen las explicaciones. Acampora aclaró que “algunos, por querer ganarle a la inflación, miran un poco más lejos y con perspectivas de venta a largo plazo”. Y consideró que “es imposible competir con Puerto Madero o con otros tradicionales barrios residenciales de Buenos Aires, ya que u$s 4.000 no resiste ningún análisis. No hay mercado local para eso”.
Por su parte, Del Valle relativizó el precio del metro cuadrado a u$s 2.000 en zonas no costeras, y lo ubicó en u$s 1.500. Aunque también aclaró que “exceptuado lo que va al consumidor ABC1, en este segmento sí hablás de u$s 1.500 a u$s 2.000”. Al mismo tiempo admitió que “en edificios de una conocida empresa constructora se pagan entre u$s 2.700 y u$s 4.000 el metro cuadrado sobre la costa”.
Otra mirada aportó Eduardo Vaccari. Si bien no reconoció el fondo de la cuestión y no coincidió con la posibilidad de una burbuja local, dio una lista interesante: para edificios nuevos de calidad estándar, el precio del metro cuadrado arranca en u$s 1.200 sin IVA y sin vista al mar, y llega a los u$s 2.200 sin IVA con vista al mar y cuanto más cerca de la costa se ubiquen. Al sumarle el IVA se ve que terminan en una franja de u$s 1.450 hasta u$s 2.660 por metro cuadrado. En el caso de las propiedades de calidad superior, los valores oscilan entre los u$s 1.500 sin vista al mar y sin IVA, y los u$s 3.200 para los que están más cerca de la costa. En definitiva, la franja con IVA incorporado se ubica entre u$s 1.800 y u$s 3.870.

En definitiva

En este contexto se refuerza la idea inicial del trabajo: mucha construcción, precios demasiado caros, poco crédito para acceder a esos valores y pocos consumidores que puedan optar por mudarse a una de esas propiedades.
En Mar del Plata hay dos segmentos bien definidos a los cuales se destinan los metros cuadrados de hábitat: el segmento ABC1 para el que pueda llegar a pagar estos valores; y el segmento desplazado del sistema, para el cual el Gobierno otorga vivienda por medio del Plan Federal de Viviendas.
En el medio, profesionales, comerciantes, pequeños empresarios y trabajadores, todos aquellos que dependen de un crédito hipotecario. Esos están en problemas: no hay financiación posible porque los valores están por las nubes y los salarios no alcanzan para justificar un ingreso acorde al precio de venta del inmueble.
Si esto no es una burbuja, entonces la ilusión de la casa propia está muy lejos todavía.

 
por Matías Frati
Fuente: noticiasyprotagonistas.com

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